“Para exigir la perfección se requiere cierto nivel ético y es indispensable alguna educación intelectual. (…) No se concibe el perfeccionamiento social como un producto de la uniformidad de todos los individuos , sino como la combinación de originalidades incesantemente multiplicadas . (...) Todos los enemigos de la diferenciación vienen a serlo del progreso. Es natural, por ende, que consideren la originalidad como un defecto imperdonable. Los que tal sentencian, se inclinan a confundir el sentido común con el buen sentido , como sí enmarañando la significación de los vocablos quisieran emparentar las ideas correspondientes. Afirmemos que sentido común y buen sentido son antagonistas . El sentido común es gregario, eminentemente retrógrado y dogmático; el buen sentido es individual, siem...