Se está de acuerdo con Blanco (Blanco, 2006:7)
cuando dice que
"las migraciones humanas constituyen un fenómeno social de primera
magnitud en nuestro mundo contemporáneo (…)"
En efecto, es evidente que las migraciones está generando una
movilidad poblacional sin precedentes, pues a todas
luces, son notorias las crecientes diferencias de
desarrollo entre regiones, a lo largo y ancho del mundo;
como también, el aumento de la interdependencia
económica internacional, los avances en los medios
de comunicación y de transporte, el reconocimiento del
derecho de los inmigrantes a vivir con sus familias, la
creciente complejidad generadora de un número cada
vez mayor de desplazados etc., como
factores generadores de esta gran movilidad.
Sin embargo, como Herrera (2006: 9) lo señala:
“la evidencia nos indica que los esfuerzos realizados por estudiar este multifácetico fenómeno
social de las migraciones, han permanecido dispersos en un voluminoso caudal de
información, hasta hoy nunca inventariada ni abordada sistemáticamente” (Herrera, 2006: 9).
no hay una mayor preocupación por este asunto, que antes
que ser académico es social y político. Ya no sólo por
sus características sino, sobre todo, por las problemáticas
políticas, sociales, culturales, económicas y jurídicas que le
son consustanciales o que se le derivan como colaterales, y
por sus consecuencias e implicaciones.
Para comenzar, no se puede hacer la sociología de las
migraciones sin diferenciar sus fases de emigración (análisis
de las circunstancias que rodean al emigrante en el punto de
partida) e inmigración, desde el punto de vista de la sociedad
de acogida que no se plantea el problema de los inmigrados
más que en tanto que los inmigrados le plantean problemas
(análisis de las circunstancias por las que pasa el inmigrante
en el punto de llegada/destino). Dos fases éstas,que conllevan
dos conjuntos completamente diferentes de circunstancias y
experiencias, pero que son indisociables, y por lo tanto es
preciso pensarlas juntas.
Respecto a la emigración, los analistas omiten preguntarse
sobre la diversidad de causas y razones que han podido
determinar las partidas y orientar la diversidad de las
trayectorias.
De lo que debe tratar entonces la pesquisa sobre las
migraciones, es de devolverle a los inmigrados, que
son también emigrados, su origen, y todas las particularidades
que les están asociadas y que explican las numerosas
diferencias constatadas en los destinos posteriores.
De lo que se debe tratar es de mostrar, detrás del velo de
ilusiones que siempre se nos ha vendido, la verdadera
condición de los inmigrados:
personas movilizadas/desplazadas, desprovistasde sitio
apropiado en el espacio social y de lugar asignado en
las clasificaciones sociales: ni ciudadano ni extranjero.
Por todas partes, y, en lo sucesivo,tanto en su sociedad de
origen como en la sociedad de acogida, obliga a repensar,
de arriba a abajo, la cuestión de los fundamentos legítimos
de la ciudadanía y de la relación entre el ciudadano y el
Estado, entre la nación o la nacionalidad. Doblemente
ausente, en el lugar de origen y en el lugar de llegada, nos
obliga a poner en cuestión no solamente las reacciones de
rechazo que, teniendo al Estado por una expresión de la
nación, se justifican pretendiendo fundar la ciudadanía en la
comunidad de lengua y de cultura (si no de raza), sino
también la falsa generosidad asimilacionista que, confiada en
que el Estado, armado de la educación, sabrá producir la
nación y disimular el chovinismo.
En definitiva, como el sociólogo argelino Abdelmalek Sayad
dice:
"No se puede hacer la sociología de la inmigración sin esbozar, al mismo tiempo
y de una vez, una sociología de la emigración; pues emigración aquí e inmigración
allá son las dos caras indisociables de una misma realidad, la migración, que no
pueden explicarse la una sin la otra" (Sayad, 2010)
Hay que poner de manifiesto, por otra parte, que uno de los
problemas de pensar e investigar las migraciones y los
migrantes, es esa suerte de localismos que colocan el
conocimiento de las migraciones en la descripción y análisis
de los colectivos particulares que la conforman, el detrimento
de revelación de las lógicas que subyacen al proceso de la
emigración/inmigración y que en definitiva están presentes y
lo explican, así como explican el mundo del que forma parte;
y que además, están presentes de manera socialmente
inconsciente en un determinado proceso migratorio.
Tener eso presente es necesario e ineludible. Más cuando los
procesos migratorios que nos interesan están basculando
cada vez más hacia dos polos: uno, el que fija toda la
reflexión en las propias colonias migratorias, y los problemas
con los que se las asocia; y dos, el que se focaliza en las
migraciones que tienen su campo de concreción alrededor de
la frontera mexicano - estadounidense.
Como fuentes de referencia de estas notas académicas, ver:
Cfr. BLANCO, Cristina (2006) Migraciones nuevas movilidades
en un mundo en movimiento, ANTHROPOS, Barcelona.
Cfr. HERRERA CARASSON, Roberto (2006) La perspectiva
teórica en el estudio de las migraciones, Siglo XXI Editores,
México.
Cfr. SAYAD, Abdelmalek (2010) La doble ausencia. De las
ilusiones del emigrado a los padecimientos del inmigrado,
ANTHROPOS Editorial, Barcelona en colaboración con Casa
Árabe e Instituto Internacional de Estudios Árabes y del
Mundo Musulmán
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